martes, 1 de junio de 2010

El día que cogimos el tren...



Caían los 40 de rigor sobre el asfalto y en el andén todos habían buscado la sombra. Recuerdo maletas mal hechas y peor cerradas, un dolor agudo (como de amputación) y la ilusión de los viajes improvisados. Con cierta premeditación, hace algunos años, subimos al tren de los destinos desconocidos. Huíamos, aún no sabemos de qué, buscando las sonrisas perdidas, las felicidades agotadas, el ánimo de tomar aire, remar, nadar sin guardar las ropas.

En la ventana el paisaje pasa demasiado rápido, es cadencioso el sonido de los vagones, agradable el viento en la cara. El día que cogimos el tren dimos el gran paso de nuestra humanidad.

1 comentario:

luciasb dijo...

Eres un perro! Ya te vale no decirme que has actualizado el blog ¬¬