lunes, 3 de septiembre de 2012

Bosón de Higgs [aproximación a la felicidad cuántica]



El 4 de Julio de 2012, científicos del CERN, dijeron haber descubierto, tras años de búsqueda, el enigmático Bosón de Higgs en el Gran Colisionador de Hadrones [siglas en inglés, LHC], muy cerca de Ginebra. Tan deseada partícula es la responsable de que el resto de partículas elementales tengan masa. Fue entonces que me acordé  ella y del año que pasamos buscando nuestro Bosón, aquello que le diera peso y sentido a aquella relación que tiempo atrás nació de una supernova. Pero todos los Bosones son iguales: se desintegran fugazmente [apenas duran un zeptosegundo] y el nuestro ya había tenido su zeptosegundo de gloria. Hoy cada avenida, cada hogar, cada final de mes, cada sesión en el Congreso, es una reproducción miniaturizada de lo que nosotros experimentamos hace años, un pequeño Gran Colisionador de Hadrones [siglas en inglés, LHC] donde se busca con desazón, a veces también cerca de la dulce Ginebra, la razón de ser de estos días tristes, los motivos para albergar esperanzas, la masa de todas las partículas elementales de nuestra felicidad. Luchemos por convertirnos en quarks, adscritos al Principio de Exclusión de Pauli, acerquémonos a la velocidad de la luz y hagamos aparecer nuestro Bosón, aunque todos los Bosones sean iguales [apenas duran un zeptosegundo] y cada segundo sea diferente. Acto seguido, por descuido pasional y casi de penalti, crearemos el universo.

[Bosón de Higgs]
[aproximación a la felicidad cuántica]