Desde la autovía, un pálido y tibio círculo rojizo,
apenas imperceptible con la luz de la ciudad.
Esta noche le sirve de excusa para rellenar huecos
y recordar clases de ciencias en 1º de BUP,
cuando los eclipses solo eran partes del temario
y noticias que se daban, muy de vez en cuando,
en los telediarios y los periódicos de tirada nacional.
Hoy, además, representa un motivo más
para asomarse a la ciudad y teñirse de rojo.
Su eclipse, su particular eclipse, consiste en eso:
coincidir cada cierto tiempo alineados
en sus órbitas distintas: ciudadano y ciudad.
...o cómo buscar luces en la oscuridad.
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...o cómo buscar luces en la oscuridad.
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1 comentario:
a mi ir a ver el eclipse me encantó, lo pasé genial, porque habia nubes, no vimos un pijo y hablamos con los amigos y recordamos tiempos en los que salir a esas horas y sentarse ha hablar en un bordillo era lo más normal, además nos dió hasta para hacer las pancartas del 15M y colgarlas en los balcones de casa. Una noche completita.
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