jueves, 7 de mayo de 2009

Van a por nosotros

Conocí a Juanma en un curso de teatro. Su improvisación del albañil-poeta me dejó K.O. y tuve que acuñar para él las siglas J.M.G., que él y algunos pocos más entienden. Juanma, como yo y, probablemente como tú, gastamos nuestro tiempo en un trabajo alienante sabiendo que tendríamos mejores cosas que hacer... Necesitamos trabajar tanto como realizar esas "mejores cosas". Una necesidad, la primera, es méramente económica. La otra, gastroduodenal, visceral, casi vital.

Juanma me presentó a Miguel. De esto, ya digo, hace muchísimo tiempo. Miguel tenía un proyecto: Felicidad Concreta, y yo iba a ser el Dios más parecido a John Malkovich. La Felicidad nunca se concretó, pero gracias a Juanma conocí a Miguel que me hizo conocer, cuando aún existían las casettes que se podían grabar de pletina a pletina, a los Accidentis Polipoetics.

¿Y qué tiene que ver el título con todo esto? ¿Y qué tiene que ver el primer párrafo con el segundo?

Pues eso, nada...

Pero escuchad: van a por nosotros.


Lugares comunes: CC.CC.

Un hombre con bigote. Una mujer con cara de hombre con bigote. Luces. Dos filas de ascensores, PAPELERA, escaleras mecánicas, Cafetería. Salida de emergencia. Una mujer que se parece a la del telediario del mediodía de Cuatro. Un Burger King. Por los altavoces, el último gran éxito de Estopa. Gente. Mucha gente. OFERTAS, REBAJAS, ULTIMOS DÍAS. Liquidación por traspaso. Tiendas. Un niño muy feo en un carrito de la compra. Le saca la lengua. Se vuelve para evitar su mirada mantenida. Más tiendas, otra Cafetería, una zapatería. “Mamá”, susurra…  Comienza a andar sin dirección concreta. Más gente. Con bolsas en las manos, en los ojos, nadie lo observa. Busca carteles que indiquen “MAMÁ”, así, con letras grandes: SALIDA. CAJAS Ì. PLANTA 1. ASEOS. HOMBRES. MUJERES. MENÚ DEL DÍA. PROMOCIÓN. PLANO DE SITUACIÓN. ZCAJERO AUTOMÁTICO. SUPERMERCADO SU COPIA DE LLAVES EN UN MINUTO. 'PRENSA. GOLOSINAS. (¡Golosinas!) AGENCIA DE VIAJES. çACCESO PARKING. GRACIAS POR SU VISITA. INFORMACIÓN… (¡Información!) Nadie tras el mostrador. ¿Hola? Una cabeza de pelo rizado asoma sonriendo. Hola, pequeño, ¿te has perdido?

Entonces recuerda a mamá y sus frases célebres: “Tápate la boca”, “lávate los dientes”, “eso no se toca”, “tu padre era un cabrón”… “¡NO HABLES CON EXTRAÑOS!”

Decide echar a correr.

Para entonces, Antonia Serrano, madre de la criatura y auxiliar de enfermería en una clínica de cirugía estética, ha llegado al otro extremo del Centro Comercial, correteando a lágrima viva, ha llamado –aún no se sabe por qué –a su madre, que está de crucero con su nuevo, flamante y septuagenario novio, abogado retirado y padre de –nada más y nada menos- ocho hijos, todos varones. También le ha dado tiempo de ver un bolso de piel buena de rebajas, una falda muy mona con un estampado ideal y una oferta bárbara de 4 días en Praga… pero todo de soslayo, mientras lloraba y hablaba con su madre por el móvil “mamá, he perdido a Fran, ¡he perdido a Fran!”.

Para entonces, a Fran le ha encontrado un tío con pinta de guardia de seguridad y comportamiento de comisario de policía. “Verá usted, señor agente, mi madre es un desastre y mi padre es un cabrón”.

-          No te preocupes, chaval, los padres son así. Al mío lo tengo de crucero con una abuela que conoció por internet. Están todos locos.

Por el altavoz, interrumpiendo el principio de Nothing compares 2u de Sinead O'connor, que sonaba en todo el Centro Comercial, una voz erótica articula, en perfecto castellano “Atención: rogamos a la madre del niño Francisco Bermúdez Serrano se persone en mostrador de Información”. 

domingo, 3 de mayo de 2009

Mayo cruel


En Mayo esta ciudad duele más de lo normal.

Si Abril nos dejaba versos, Mayo se desparrama en ternura de color rojo y el aroma más embriagador. He dicho mil veces que esta ciudad es cruel, no tiene compasión, es insoportable disfrutarla sabiendo que has de dejarla.

Durante este mes despliega todas sus armas, sus artificios, sus trucos de azahar, sus explosiones de buganvilla…

Me coge, me zarandea, me arrastra por cada lugar marcado con una cruz en rojo y me muestra el lado más bello de la felicidad, invitándome a la permanencia, a la perpetuidad de las noches en vela…

Después me sienta en esta silla, aún aturdido, porque tanta belleza hiere, y me hace escribir líneas adorando cada rincón que traspira primavera, cada fragmento urbano de motivos florales…

Entonces descubro que detrás de todas esas líneas existe un poema.

Y sí, el poema también duele. Tanto como los puntos aparte o los centímetros que nos separan.