domingo, 18 de mayo de 2008

Mamá, quiero ser maquinista


Si en una vida futura escojo ser maquinista de tren, tendré siempre en la cabina la discografía completa de Wim Mertens. A mí me pasa, cuando escucho cualquier canción suya me imagino la vía del tren pasando muy rápido debajo de mis ojos. Dependiendo de la canción, de la cadencia, las vías pasan como si estuviera en la parte delantera o bien en el vagón de cola. Algunas son canciones de ir acercándose a algo y otras son de ir dejando cosas atrás. Sea como sea, está claro que el tío es un puto genio del piano. A Wim Mertens lo conocí en mi época en el teatro, cuando alguien me dio una cinta con el "Struggle for pleasure" para que me inspirara para crear un personaje... son esas cosas geniales que tiene Miguel. Palabras también merece la señorita que el viernes, en el concierto que dio en la plaza de la universidad, le acompañaba con el violín. Fue tremendo.
Al día siguiente, ayer sábado, tuve también la ocasión de asistir a un concierto de música sefardí. Toda una experta canadiense en la materia dio un acogedor espectáculo al aire libre. Después llegó la lluvia. Y entonces me alcanzó, después de un par de días corriendo detrás de mí: la gripe. Hoy estoy aquí, actualizando después de tanto tiempo y con algo de fiebre. Estoy hecho un asco.
Llevo 10 días bastante liado, no me perdono la tardanza. Espero que vosotros sí.
Aparte de lo ya dicho, hay varias cosas buenas que me han pasado en los útlimos 10 días. El fin de semana anterior, el del 9, 10 y 11 estuve en Córdoba, que ya es algo tremendamente bueno. A eso debo añadir una cena con mi gente en el Ayestá, dos o tres ausencias, unos dolores de cabeza (será el tiempo) y una lluvia de Mayo que deslució un poco Los Patios. Del fin de semana en Córdoba cuatro cosas que decir:
-A J decirle que fue todo un detalle dejar a S en la estacada para cenar conmigo... siento los daños colaterales que espero hayan sanado.
-A Angie decirle que siento que mi dolor de cabeza me hiciera recogerme más temprano de la cuenta y no poder vernos... nos debemos una. ¿O eran dos?
-A Paco decirle que no puede ser llevar tanto tiempo sin vernos... es una putada que trabajes los fines de semana.
-A J decirle también que a él lo abrevio por no causar más daños laterales. Nunca sabes la gente que puede entrar por aquí, por ejemplo S.
No me encuentro en condiciones de seguir, así que prometo continuar en breve...
Saludos por allí, dondequiera que estéis.


A.B. con los mocos colgando.

jueves, 8 de mayo de 2008

MAYO... o los mayos

Existen muchos mayos fuera de esta ciudad y el Mayo particular, jovial y lleno de luz que cruza ahora las calles. Empezaré de fuera hacia adentro, haciendo una referencia a los otros mayos primero.

En primer lugar, no puedo evitar hacer la obligada mención al 40 aniversario del Mayo francés... el espíritu de cambio, la movilización de la juventud estudiantil francesa en busca de una revolución que modificara completamente la situación. Hace poco Sarkozy despotricaba todo lo despotricable por el Mayo del 68, calificándolo como el origen de todos los males de la Francia de hoy (y posiblemente de la Europa de hoy, en su opinión). Ya en su campaña electoral prometió enterrar para siempre el espíritu de aquellos que recorrieron las calles gritando para buscar soluciones. Parece que él es el único que no sabe que ese espíritu no puede enterrarse. Hay una tertulia interesante sobre las palabras de Sarkozy sobre el Mayo del 68 aquí y un especial de El Mundo muy completo sobre el tema aquí. Y os dejo la frase célebre de la revuelta: "Seamos realistas: pidamos lo imposible".

En segundo lugar, pareceré cursi, pero Mayo siempre empieza haciéndole a uno pensar en su santa madre... De acuerdo, es un día creado para el consumismo como el de los enamorados, el día del padre, etc (es más, pronto harán un "día del abuelo que tienes en el geriátrico") pero yo, que no caí en la trampa consumista de ese día, me lo pasé entero acordándome de ella... Un día de estos haré una entrada dedicada a ella, hay montones de cosas que contar siempre sobre la madre de uno, supongo.

Por último, termino para no extenderme más. En esta ciudad, Mayo es el mes más importante. Mayo es los días más largos, el olor a flor blanca, el rumor de fuentes, las rutas de puertas abiertas, las macetas, las ventanas, las rejas engalanadas. Mayo es cruel, me duele. Pasa lento, recreándose en cada esquina, cada patio, cada calle, cada cruz, contoneándose en cada pétalo. Me hace sufrir... porque es un mes y sólo me deja disfrutarlo días sueltos, horas, minutos que roban arena a los relojes .


Dejo la invitación tendida a que dejéis comentarios sobre los otros mayos que me haya dejado atrás (que los hay).


Saludos nostálgicos, desde Mayo con amor.

A.B.