viernes, 14 de septiembre de 2018

El pálpito


                                         A S. y L.,
por los pálpitos que vienen,
por saber guardar secretos.


El vientre.
El vientre y el pálpito
y ahí, en el pálpito:
la vida misma os sorprende
con una caricia de entrañas,
apenas un estremecimiento
en la palma de la mano.

Ese vientre que ya es hogar,
que ya es andén, tren, maleta,
que ya es espera y es vaivén,
acoge un futuro de algarabía, insomnios
y miradas de ver estrellas fugaces
que duran para siempre.

El vientre.
El vientre y el pálpito,
y ahí, en el pálpito:
la vida misma, fabricándose.

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