lunes, 9 de junio de 2014

Brooklyn

Foto: LucíaSB
Le hemos puesto nuestro nombre
a un banco que mira al puente de Brooklyn
y él nos ha regalado un atardecer de malvas
y rascacielos brillantes reflejados en el mar.
Visión metálica, acuática y casi boreal.

Ha existido un segundo perfecto de luz:
mientras me besabas, un atardecer en tus ojos.

Desde Brooklyn, Nueva York es una postal
silenciosa y cambiante aferrada al ocaso,
un fondo amable contra el que te recortas
mientras observo cómo el viento
juega con tu pelo y sus novedades.

Existe un puente milenario oculto
que une mis deseos y tus sonrisas.

Le robamos la luz a este atardecer
y emprendemos el camino de vuelta
entre miradas atrás y besos breves
con la Rapsodia Azul de Gershwin
como banda sonora original.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Increíble, hacía tiempo que no escribías así, simplemente perfecto. JBF