Trabaja en el rojo y las ventanillas. Vive y duerme en la intemperie.
Cuando tú frenas y te adentras en el atasco de las 8 menos 10, él ya está esperando tus céntimos de caridad, tu aliento de humo y prisa, tu ralentí desganado y madrugador. Con su sonrisa, su andar cansado, su gorro cómico -única protección ante el gélido desamparo de la mañana invernal - y sus ojos de esperanza férrea. Con todo ello te espera, aguarda al rojo del semáforo y tus luces de frenos, se acerca y, a pesar del cristal a modo de barrera y tu cara de apatía, sabe que necesitas sus carantoñas y mohínes, sus paquetes de clínex y sus ambientadores de pino. Cuando vuelve el verde y comienza a moverse la serpiente de coches, él vuelve satisfecho a la acera, mostrando el blanco de sus dientes en una mueca feliz. No ha conseguido ni un céntimo, pero sabe que te ha hecho reír.
En África -piensa- es más difícil sacar sonrisas que vivir en la calle. Justo al contrario que aquí.
Córdoba, Polígono de Chinales.
(Semáforo junto a la Gasolinera)
7 de Enero de 2011
5 comentarios:
Me acuerdo de ese africano disfrazado de sevillana en el cruce de la avenida de libia con colchones pikolín, su alegría desprejuiciada, como otro que canta canciones de bob marley a grito pelao en conde de peñalver, en madrid, y otro que te avisa de cuando puedes cruzar la calle alcalá con goya, y te alegra el día. son necesarios, no molestan, te recuerdan lo grises que podemos llegar a ser los blancos europeos, siempre ocupados y serios..
Este del que hablo debe ser primo hermano del que se viste de gitana, sí. Como bien dices, el mundo necesita sonrisas que nos recuerden las carencias que tenemos de ese tipo de gestos.
Feliz año para ti también, genio en Arganda.
A la vuelta del trabajo hay uno en el semáforo que antes del Vial, después de la salida del túnel de Carlos III. Alguna vez al mes me da una gran sonrisa cm recompensa, porque yo no quiero ni clinex ni ambientadores, y el día que no está, se le echa en falta.
Rosa B.
Preciosa entrada
Me has hecho estremecer. Gracias por este guantazo sin manos, tan necesario de vez en cuando.
Saludos,
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