domingo, 21 de noviembre de 2010

Cumpleaños

Caen del cielo, como confeti. Desde algún lado más allá de las azoteas, alguien ha lanzado centenares de papeles con un poema, a modo de felicitación para el habitante de horas bajas:


Cumpleaños

Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en el aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños
Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!

Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.

Lo firma un tal Ángel González... que jodido el tío, ha dado en el clavo.

2 comentarios:

Nessa dijo...

¿Cuánto más vivimos más nos morimos...? Puede ser. Es otra forma de verlo :)

Y yo que pensaba que cuanto más años cumplía más me encontraba a mi misma.

Da que pensar. Por eso me ha gustado.

Nos leemos,
Nessa

Juan Eme dijo...

Aunque sea con un retraso inexplicable, felíz cumpleaños, amigo genio. Lo mejor es no ser consciente de la edad que tiene uno, ni de la nacionalidad, ni del estado civil, etiquetas que nos invaden el alma como si tuviésemos un pasaporte en las neuronas.