jueves, 21 de enero de 2010

Romper las ventanas

Cuatro mil días después de aquel año obcecado detecto que al fin te dignaste a cumplir con la cita inaudible. Y me alegro. Y me enfado a la vez.

Después de estudiar con cuidado este caso, ejerciendo a la vez de fiscal y abogado, de juez imparcial, sentencio lo nuestro diciendo que el fallo más grande pasó por guardar solamente los días más gratos y olvidar los demás. Mirarte de frente. Admito en voz alta que no pocas veces he sido tentado en coger mi esperanza y lanzarla sin más a la fosa común donde yacen los sueños que nos diferencian.

Tal vez ¿has pensado en renunciar?
Yo aún no.

Hada helada en vuelo inerte, tú nunca cambiarás.
Hada helada en vuelo inerte, tú nunca caerás.
¿Tal vez has pensado en crecer más? ¡Más no!
¿Tal vez te conseguiste equilibrar? Yo aún no.
Vamos a correr el gran sprint final y al cruzar la línea los dos ganarán.

Voy a romper las ventanas para que lluevan cristales.
Ven a romper las ventanas, ven a gritar como antes.
Ven a romper las ventanas y hacer del caos un arte.
Voy a romper tus ventanas y voy a entrar como el aire.


Llevo todo el día con esta canción en la cabeza y no podía más que dejar constancia.


M

2 comentarios:

alcuadrado dijo...

A veces nadie dice nada porque todo está dicho ya, o quizás porque en ese instante en el que decir altgo no se sabe muy bien que decir.
Me gusta tu blog; y con esto nadie dice algo, tal vez porque al leer tus páginas todo esté dicho ya. Da gusto encontrarse en blogs como éste.
un saludo ciudadano B

Ciudadano B dijo...

Gracias, alcuadrado, por tus dos aportaciones a este blog. Gustan siempre los halagos, y animan, precisamente, en días duros como el de hoy.

Siéntete en tu casa, pasea por las calles de este blog como si fueran tuyas -veo que ya lo estás haciendo- y créete libre para comentar cuanto quieras.

Gracias, visitante, vecino, ciudadano halagador.