viernes, 25 de julio de 2008

Día-telegrama


Despertador. Noticias. Espuma de afeitar. Tostadas con Tulypan y leche con Cola-cao. Llaves, móvil, cartera.
Asfalto. Tubos de escape. El Kiosko de la esquina. Hotel. El coche. Cualquier canción que trata alegrarme el día. Semáforos. Más coches. Pasos de cebra. ¿Diesel o gasolina? Y motos. Conduzca con prudencia. Rotondas. Avenidas, calles. 12 Km. Oficina.
Ordenador. Llamadas de teléfono. Presión. Presión. Presión. Responsabilidad. Riesgos laborales. La España profunda. El cliente no siempre lleva la razón. Morderse la lengua. Outlook. Cauces de información. Sin final. Futuro. Sueños vacacionales. Crisis.
Comer en casa. Comer en cualquier parte. Dieta mediterranea engañosa. La Coca-Cola como elemento básico. TV. Malas noticias. La siesta no existe. Optemos por la mejor opción: esperemos la noche, salgamos a la calle.
Se vende. Se traspasa. Se ofrece chica ecuatoriana. Se alquila. Gran ocasión. Rebajas. Oferta. Descuentos. 50% 40% 30%. Promociones. Regalos. Carteles en la pared y las farolas. Se busca perrita llamada Jacinta, cariñosa y dócil. Festivales de verano. Policías. Funcionarios que multan los coches. Jugadores de basket. Frutería, farmacia, colchonería. ¿Unas cervezas? Malta 100% y cacahuetes. Cae el sol.
El parque. La colonia rumana, la magrebí, el guetto lituano. Y una pareja nacional dándose el lote en un banco.
Las aceras oscurecen. Farolas encendidas. Las abuelas se recogen. Temen a las drogas. El día se va apagando, un flexo se enciende y, en una pantalla de ordenador, alguien resume un día aburrido de verano cualquiera sonriendo para sí: El fin de semana ha llegado.
Fuera la rutina, señores… se admite el descontrol.

1 comentario:

Juan Eme dijo...

plas plas plas, endeluego, este habitante de la españa profunda que le escribe, le aplaude con las orejas y le felicita rutilantemente.