miércoles, 26 de marzo de 2008

Miércoles a las 10 (Semana 2)

A pesar de la escasa participación (los comienzos siempre fueron duros) de la iniciativa que comenzaba la semana pasada, me propongo continuar con la misma, por considerarla, no sólo enriquecedora sino también "activadora" de buenas costumbres.



Dejo abierta esta entrada para que, el primero que llegue, deje caer la frase por la que comenzarán las historias del "Miercoles a las 10" de esta semana.



Saludos... y a ver si entre todos podemos darle a esto algo de vida.



La ciudad, de momento, como su habitante: deshabitada.



A.B. (Paseando por callejones oscuros)

11 comentarios:

Unknown dijo...

Lamento el retraso, camarada, he participado demasiado tarde, es lo que tiene esto de querer estar en todos los lugares a la vez. no volverá a pasar. No te desanimes, la iniciativa es interesante. Aporto la primera línea (Solo la Primera línea!!!) déjame pensar un momento......

"El macabro sonido de aquel viejo teléfono sonó como una maldición a las 4 de la mañana...

Unknown dijo...

"El macabro sonido de aquel viejo teléfono sonó como una maldición a las 4 de la mañana...

Tragó saliva y respiró hondo, quedó clavado en el lugar, en aquella sucia habitación de motel de tercera. el selénico fulgor de la luna entraba por la única ventana sin cortinas, llenando de resplandeciente plata aquel viejo artefacto que volvió a quebrar el silencio con su espectral aullido.

¿Importaba que nadie pudiera saber su paradero? Todos sus pecados caminaron de la mano hasta aquella solitaria mesa y su atronador centinela. Sus ojos enrojecidos como ascuas en el infierno se clavaron en aquel plástico que insistía en su llamada, cada vez más irritante, más desesperada. Se clavaba en su espina dorsal, aquel alarido dañino, mortificante. Cerró los ojos, trató de concentrarse... necesitaba concentración... el pulso le temblaba... era la paz lo que buscaba, la paz tanto tiempo deseada, tanto tiempo... demasiado tiempo...
El teléfono no dejaba de graznar, como un enloquecido por el diablo, alterando cada gota de sangre, cada latido de su corazón en ruinas...
Apretó la mandíbula... ahora o nunca... dejó escapar el último aliento, incapaz de encontrar el momento... entonces un pensamiento furtivo se coló desesperado, alentado por los chillidos de aquel teléfono. Más rápido, más decidido. Apartó el cañón de su sien y disparó sobre aquel artefacto endemoniado que cayó herido de muerte sobre el desolado suelo... silencio... Parpadeó aún pálido...Había gastado la única bala en el tambor... sin embargo la noche regresó a la calma del silencio redentor. Tragó saliva y miró aquel cadáver hecho añicos desangrase en soledad... y tuvo una visión. Nunca supo quién estaba al otro lado de aquella llamada...

La luz de la luna siguió revistiendo de plata aquella sucia habitación de motel mucho tiempo después de que él la abandonase.

Unknown dijo...

creo que me he pasado de diez líneas.... lo siento. Es lo que tiene escribir en un sitio tan estrecho... bueno lo haré mejor la próxima vez... es que diez líneas!!

Ciudadano B dijo...

Muchas gracias por la aportación. Con esto queda en mano de todos el papel en blanco, (aunque ya no tan en blanco con esa primera línea) de las historias que hasta el próximo "Miercoles a las 10" podemos presentar aquí mismo.

Que cada uno se tome el tiempo que quiera. Aunque no más de seis días.

Saludos.

Juan Eme dijo...

grande, álvaro, grande. no sabía seguro si eras tú, ¿pero quién podría ser si no? me encanta el diseño de tu blog y la música, y tu iniciativa. como siempre, creando y organizando cosas. sí, has cambiado. pero cambiado a mejor. ah, vi carteles en córdoba de cosmopoética con ángela en ellos, ya lo sabes. me la encontré hace tiempo con mi hermano, y su amigo común vilches y estuvimos tomando cervecitas y hablando del paisaje poético de córdoba, para mí ya tan lejano desde las jornadas de aquel can-can del 98-99 con los poetas de esperanza mir y las cosas que hacíamos con atrezzo. creo q lo q hay ahora poco tiene que ver, pero seguro q está bien también. pero cómo te va todo?? cuéntame ese cuento..yo escucho

Juan Eme dijo...

Mi aportación :

" Huniquil el Huero agarró la manta, dejando al aire sus fétidos implantes de titanio. Estrellita Roja le miró con odio porque hacía muchos eones de tiempo que aquel piojoso androide no le dejaba dormir una noche entera.."

(Este es mi particular y jocoso homenaje a Stanislaw Lem y a sus fábulas de robots, libro de mi infancia que recuerdo con carcajadas)

Anónimo dijo...

Tu sabes emocionar a alguien con tan solo tres líneas. Insignificantes para muchos, pero que a mi sinceramente, me dicen mucho.

No sabes como me gustaria que hubieses estado aqui, sabes to
do lo que te echo de menos. Se echa de menos ese despertar por las mañanas, el entretenerme cuando me aburro, el que estés aqui, presente para pelearnos, el que vengas a consolarme cuando lloro...:')
Pero bueno, ambos sabemos que iremos juntos y que yo siempre seré tu temprana.

Sabes que no soy muy buena para escribir y que tu, eres mi ejemplo a seguir en este aspecto.

[i]Tan lejos, tan cerca...[/i]

Pd: Aver si nos vemos prontito, que creo que ya toca, tengo ganas de que me hagas reir aunque lo que digas no tenga gracia.

Te quiero mucho!
"Yu ka-nou"

Esto viene por lo q has escrito en el fotolog, ya q no te puedo comentar alli, lo hago aqui!

Anónimo dijo...

El macabro sonido de aquel viejo teléfono sonó como una maldición a las 4 de la mañana. Otra vez del hospital, otra complicación, otra reintervención. Vuelve al coche, vuelve al hospital, vuelve a abrir, vuelve a cerrar, vuelve a volver, siempre vuelve, pero no siempre estaré esperándole. Nunca dejó su trabajo por la familia, siempre dejó la familia por su trabajo. Hoy divorciados, soy paciente suya, y paso más tiempo con él que su actual mujer.

J.B.

Ciudadano B dijo...

El macabro sonido de aquel viejo teléfono sonó como una maldición a las 4 de la mañana. La mano como un resorte, maldiciones al aire, estropajo en la garganta. Entonces, al otro lado del teléfono, la voz extraña, borrosa y errónea de una desconocida lanzó un nombre entre interrogantes a través del auricular. La entonación dulce, casi erótica, le hacía pensar, aún recostado en la cama, en responder afirmativamente. Sin embargo acabó soltando una sonrisa telefónica, admitiendo la equivocación, aceptando las disculpas, y agradeciendo la confusión por hacerle oír una voz agradable en mitad de la madrugada. Lo raro no fue esa llamada errónea. La desilusión hubiera venido de no haberla recibido después de escuchar cada noche aquella voz desconocida equivocando la llamada con nocturnidad y alevosía desde hacía dos meses.

Ciudadano B dijo...

Me he quedado con las ganas de que participaran una o dos personas... pero en fin... dejamos cerrado este segundo y multitudinario miércoles a las 10.

Anónimo dijo...

"El macabro sonido de aquel viejo teléfono sonó como una maldición a las 4 de la mañana...
llegaba muy tarde, (como yo,) en concreto un día tarde. Ya otra persona reposaba junto a él en la cama, tan sólo un día y unas nuevas manos, hacía tan solo un instante que erizaban la piel de su espalda. El macabro teléfono volvió a maldecir, y al otro lado la amante del día anterior colgaba arrepentida de su atrevimiento. Daba igual, noche si, noche no, el teléfono maldecía, rompiendo así una y otra vez historias que quizá hubiesen curado su maltrecho corazón, pero jamás era descolgado, ya no se permitía esas oportunidades.
Daramonae