lunes, 31 de mayo de 2010

Clasificados

Estuvo allí hace diez días. Cuando la ciudad convertía el asfalto en albero y el cielo en farolillos, las aguas del río en reflejos iluminados y las preocupaciones en gas-ciudad que alimentaba el ánimo festivo.

Ya no hay sabor a rebujito ni manchas amarillas en sus zapatillas, no queda rastro de los olés y la euforia colectiva... todo vuelve a la normalidad. A esta normalidad instalada en el desánimo, el pesimismo y el abatimiento. A esta normalidad de cimientos podridos y olor a desagüe, de aceras tristes y boletines informativos de fondo amargo. No hay ciudad que aguante esta normalidad autodestructiva y desesperanzadora, ni alma que soporte este intenso y constante mal rollo colectivo.

Por todo ello, y movido por su candidez, ha decidido enviar un anuncio para su publicación en la sección de clasificados (varios) del periódico local:

SE NECESITAN días festivos, alegrías varias y risas espontáneas para amenizar periodo de decadencia anímica. Razón: Junio 2010.

No ha obtenido respuesta. Tampoco la buscaba.

jueves, 13 de mayo de 2010

No hay manera...

...de quitármela de la cabeza... llevo días con ella. Y donde se ponga la versión original, que se quite la versión Ikealizada.

martes, 11 de mayo de 2010

Vuelvo

Vuelvo, de volver.
Después del fragor, de un traslado bidireccional, del ese.o.ese.,
vuelvo a la conectividad con olor a nuevo,
a la existencia virtual e intermitente de esta ciudad,
al usual dejarse caer
vuelvo, de volver.
Después de las referencias de color y sus consecuencias,
después de las cajas de cartón, los espacios vacíos
y la interminable mudanza que aún no termina, vuelvo.
Después del agotamiento, de las vueltas a la cabeza
y del estar perdido entre tanta duda vuelvo.
Porque necesito de estas calles,
de este aire de píxel,
de este refugio de Megabytes y posts
sin destino ni acuses de recibo;
porque he de abrir esta ventana
para tomar aire, pulsar el "pause" [||]
mirar adentro, vomitarme, de-volver-me fuera...
Vuelvo.
De volver.