Esguince
Probablemente
desesperes,
encadenado a un
esguince de tercer grado
que te pide un
reposo de senectud,
el empalago de
los días lentos,
la quietud de
cualquier fotografía.
Igualmente
resistirás,
ayudado por
otros que, a diferencia mía,
podrán
presentarse en tu casa,
liberarte un
abrazo, tender
la noche feliz
en los aleros.
Finalmente
volverás
a la cancha y
sus rebotes, a la carga
con el paso
firme, decidido
a volver a
darlo todo
en el lado
móvil de la existencia.
Espero que no
tardes.
Espero entonces
estar esperándote
allí: al final
de tu impaciencia.
4 comentarios:
Me es muy necesario este poema para ponerlo en el gimnasio. Puedo?
Puedes. Gracias por hacerlo necesario. Saludos.
Muy necesario también para mí a esta hora, en este día, en este momento..Gracias, Álvaro
AngieLive, me gustaría saber qué fue de mi poema en tu gimnasio, en qué lugar se instaló, qué función cumplió.
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