Se nos ha instalado el frío
en las esquinas y los balcones,
y un espíritu pesimista
en los corazones desangelados
de los viandantes.
Esta vida tiene esperanza
si están por los suelos el Euribor
y tu ropa interior.
Ha bajado el tipo de interés de tus besos,
el precio de la gasolina y de tus incendios
para combatir los bajo-cero.
Cuesta esta cuesta de Enero
de doce meses bisiestos,
pensando en que no pasarán.
Cuesta esa tristeza, el cabizbajismo,
las horas bajas, los ritmos lentos,
los comercios abiertos de diez a diez
y el frío ambiente de los estancos.
Cuesta subir la compra del supermercado
a tu cuarto sin ascensor
si sé que al llegar no te encontraré
arropada en un libro para adolescentes,
o consultando las noticias
vía página web.
Me prohíbo rendirme al ya común
“crisis is everywhere”
y le lanzo sonrisas falsas al aire.
Este Enero cuesta arriba
lo salvaré escondido
en los pliegues de las sábanas,
en el rincón de tus labios
o en el cajón donde guardas
las noches cálidas de invierno.
A.B.
4 comentarios:
hay cosas que nunca desaparecerán por falta de liquidez
si hace falta desenchufaremos cacharros y nos alumbraremos a la luz de las velas
muchas gracias ciudadano B
un juego interesante en la cuesta de Enero
Hola, Ciudadano, un delicioso poema para épocas de crisis, en esa línea de mezcla entre lo tierno, lo poético y lo cotidiano. Bienvenido a la ciudad. Te deseo felicidad y quizás que te quedes, si te gusta la idea.
Bienvenidos a todos. Pasead a vuestras anchas porque esta ciudad ya es un poquito vuestra.
Saludos.
Publicar un comentario